El ratonero moro (Buteo rufinus), también llamado busardo moro, es otro miembro del género Buteo. De tamaño algo superior al del ratonero común (Buteo buteo), mide alrededor entre 57 y 65 centímetros de largo, 1,2 metros de envergadura alar y pesa entre 800 y 1.150 gramos. Tiene en común con la anterior rapaz su variabilidad en el plumaje, aunque presenta la cola anaranjada (lo que probablemente le da su nombre científico) y también hay que decir que la variabilidad del plumaje en el ratonero moro es mayor aún que la del ratonero común: hay individuos muy claros e individuos muy, muy oscuros. Valga como ejemplo la siguiente ilustración:
En general es muy difícil diferenciar ambas especies en el campo, especialmente si se compara el ratonero moro con el ratonero común de la subespecie vulpinus (en este caso, apenas se las puede diferenciar por la mayor envergadura alar del primero y su mayor robustez). Sin embargo, los ratoneros moros tienden a presentar un color del plumaje más anaranjado (el ejemplo más llamativo es la cola), con un color de cabeza pálido y una complexión más robusta.
Existen dos subespecies: Buteo rufinus rufinus y B. r. cirtensis.
Los ratoneros moros habitan principalmente en áreas abiertas con arbustos, árboles, lomas y barrancos; en casos más raros se le ha visto incluso en desiertos, y en la Península Balcánica habita también en bosques montañosos. Su área de distribución se limita al Viejo Mundo, y en concreto a diversas áreas de África del Norte, África central, Oriente Medio y sur de Arabia, el extremo sureste de Europa, y parte de Asia central y meridional. Según la zona, estos ratoneros pueden ser residentes, invernales o estivales: muchos ejemplares crían en áreas situadas más al norte, otros tantos viven de forma permanente en el norte de África, parte de Arabia y Oriente Medio y en buena parte del centro y sur de Asia, y finalmente otros invernan en una franja que va desde Turquía hasta el Himalaya, o en África central.
Sin embargo, en tiempos recientes y cada vez con mayor frecuencia se ha visto a esta rapaz en otros puntos del sur de Europa, concretamente en el Estrecho de Gibraltar, donde acuden muchos aficionados a la observación de las aves con la esperanza de divisar algún ejemplar de esta especie. Por añadidura, en 2009 se tuvo conocimiento de que dos parejas habían logrado criar en la provincia de Cádiz (en 2004 se tuvo noticia de la cría de otra pareja en Ceuta); actualmente la especie es considerada como una rareza en España. De hecho incluso se han visto ejemplares inmaduros merodeando en zonas tan lejanas como el norte de Europa, pero en estos casos se trata de individuos que han llegado allí por accidente.
La subespecie cirtensis habita el norte de África y parte de Arabia, y tiende a ser sedentaria, aunque algunos ejemplares se dispersan hacia otras áreas: parte de ellos son los que aparecen en el sur de España. En cambio, la subespecie más común (rufinus) es básicamente migratoria: son las aves que invernan en parte de Turquía, Oriente Medio, Pakistán, norte de India y el sur tibetano; algunas de estas invernan también en el norte de África a través del Valle del Nilo. Abandonan los territorios de cría entre agosto y septiembre y regresan de nuevo entre marzo y abril.
No hay muchos datos sobre la reproducción de esta especie. Normalmente escoge árboles, arbustos o accidentes del terreno para anidar (incluso se los ha visto anidar en postes eléctricos); muy raramente en el suelo. Cría entre marzo y mayo, y la puesta consta de unos 2 o 3 huevos. Pasan entre 45 y 52 días hasta que los jóvenes ratoneros moros emprenden el vuelo.
Como otros ratoneros, el ratonero moro no es un depredador que gaste muchas energías. Suele limitarse a planear en busca de presas o a esperarlas desde un posadero, de la misma forma que el ratonero común. También recurre a tácticas peculiares como situarse cerca de la madriguera de algún roedor, a la espera de que el pequeño animal en cuestión aparezca, o buscar incendios en prados o herbazales para dar caza a los animales que huyen.
Sus presas habituales son los pequeños mamíferos (roedores como ardillas, ratones y hámsters), reptiles e insectos grandes. En invierno tampoco desprecia la carroña.
Debido a su gran área de distribución (desde Marruecos hasta China), la especie no está amenazada; se calcula que la población europea total puede variar desde el millar de parejas hasta las 2.000. Sin embargo, en ciertas zonas (como Grecia) la población de ratonero moro está disminuyendo a causa del avance de la agricultura en sus hábitats esteparios.
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Dibujo de ratoneros moros en diversas fases. Es muy llamativa la fase oscura. |
En general es muy difícil diferenciar ambas especies en el campo, especialmente si se compara el ratonero moro con el ratonero común de la subespecie vulpinus (en este caso, apenas se las puede diferenciar por la mayor envergadura alar del primero y su mayor robustez). Sin embargo, los ratoneros moros tienden a presentar un color del plumaje más anaranjado (el ejemplo más llamativo es la cola), con un color de cabeza pálido y una complexión más robusta.
Existen dos subespecies: Buteo rufinus rufinus y B. r. cirtensis.
Un ave de espacios abiertos y cada vez más cerca
Los ratoneros moros habitan principalmente en áreas abiertas con arbustos, árboles, lomas y barrancos; en casos más raros se le ha visto incluso en desiertos, y en la Península Balcánica habita también en bosques montañosos. Su área de distribución se limita al Viejo Mundo, y en concreto a diversas áreas de África del Norte, África central, Oriente Medio y sur de Arabia, el extremo sureste de Europa, y parte de Asia central y meridional. Según la zona, estos ratoneros pueden ser residentes, invernales o estivales: muchos ejemplares crían en áreas situadas más al norte, otros tantos viven de forma permanente en el norte de África, parte de Arabia y Oriente Medio y en buena parte del centro y sur de Asia, y finalmente otros invernan en una franja que va desde Turquía hasta el Himalaya, o en África central.
Sin embargo, en tiempos recientes y cada vez con mayor frecuencia se ha visto a esta rapaz en otros puntos del sur de Europa, concretamente en el Estrecho de Gibraltar, donde acuden muchos aficionados a la observación de las aves con la esperanza de divisar algún ejemplar de esta especie. Por añadidura, en 2009 se tuvo conocimiento de que dos parejas habían logrado criar en la provincia de Cádiz (en 2004 se tuvo noticia de la cría de otra pareja en Ceuta); actualmente la especie es considerada como una rareza en España. De hecho incluso se han visto ejemplares inmaduros merodeando en zonas tan lejanas como el norte de Europa, pero en estos casos se trata de individuos que han llegado allí por accidente.
La subespecie cirtensis habita el norte de África y parte de Arabia, y tiende a ser sedentaria, aunque algunos ejemplares se dispersan hacia otras áreas: parte de ellos son los que aparecen en el sur de España. En cambio, la subespecie más común (rufinus) es básicamente migratoria: son las aves que invernan en parte de Turquía, Oriente Medio, Pakistán, norte de India y el sur tibetano; algunas de estas invernan también en el norte de África a través del Valle del Nilo. Abandonan los territorios de cría entre agosto y septiembre y regresan de nuevo entre marzo y abril.
Reproducción
No hay muchos datos sobre la reproducción de esta especie. Normalmente escoge árboles, arbustos o accidentes del terreno para anidar (incluso se los ha visto anidar en postes eléctricos); muy raramente en el suelo. Cría entre marzo y mayo, y la puesta consta de unos 2 o 3 huevos. Pasan entre 45 y 52 días hasta que los jóvenes ratoneros moros emprenden el vuelo.
Nido de ratonero moro con dos inmaduros, sobre un risco |
Un cazador perezoso
Como otros ratoneros, el ratonero moro no es un depredador que gaste muchas energías. Suele limitarse a planear en busca de presas o a esperarlas desde un posadero, de la misma forma que el ratonero común. También recurre a tácticas peculiares como situarse cerca de la madriguera de algún roedor, a la espera de que el pequeño animal en cuestión aparezca, o buscar incendios en prados o herbazales para dar caza a los animales que huyen.
Sus presas habituales son los pequeños mamíferos (roedores como ardillas, ratones y hámsters), reptiles e insectos grandes. En invierno tampoco desprecia la carroña.
Sin peligro
Debido a su gran área de distribución (desde Marruecos hasta China), la especie no está amenazada; se calcula que la población europea total puede variar desde el millar de parejas hasta las 2.000. Sin embargo, en ciertas zonas (como Grecia) la población de ratonero moro está disminuyendo a causa del avance de la agricultura en sus hábitats esteparios.
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