El ratonero de cola roja (Buteo jamaicensis) es el equivalente del Nuevo Mundo de su pariente cercano el ratonero común (Buteo buteo). Esta especie es algo mayor, con una longitud corporal que alcanza los 65 centímetros de largo, y una envergadura alar que varía entre el metro treinta, y el metro y cuarenta y cinco cms. El peso de este ratonero americano también es algo mayor, pues el promedio de la hembra se sitúa en 1,2 kilos, y el macho pesa 1 kg de media. La coloración es ligeramente diferente: las partes superiores son marrones o pardas en ambas especies, pero las partes inferiores son más claras: blanquecinas con bandas oscuras; el rasgo diferenciador más llamativo es el color de la cola, pues es amarillenta o rojiza (lo que le da su nombre). A menudo se puede apreciar una banda más oscura al final de la cola. Sin embargo, otro rasgo común entre ambos miembros de este género es la variabilidad del plumaje, de más claro a más oscuro.
Ratonero de cola roja. Foto de Minette Layne. |
De hecho, se diferencian varias subespecies dependiendo del color del plumaje. Por ejemplo, el ratonero de cola roja "harlan" (Buteo jamaicensis harlani) presenta una coloración oscura, casi negra; esta raza (que algunos expertos consideran una especie distinta) habita en el noroeste de Canadá y este de Alaska, e inverna en el sudeste de Tejas y parte del Valle del Missisipi. En cambio, el ratonero de cola roja "Krider" (Buteo jamaicensis kriderii) presenta un color de plumaje más pálido del habitual: por ejemplo la cola es blanquecina con partes de rojo pálido. Esta variedad se distribuye en las praderas del norte y centro de Estados Unidos y en las de Canadá, invernando en los campos de Tejas y Luisiana.
Ratonero de cola roja, mostrando desplegada la llamativa cola que le da nombre. |
Un ratonero también muy ubicuo
Esta especie es tan adaptable como su pariente europeo, o quizá todavía más. Se la puede encontrar en los hábitats más variados, desde montañas, bosques y lomas rocosas, pasando por praderas y campos de cultivo, las cunetas de las carreteras y hasta los mismos desiertos, como el de Arizona. En realidad, a este ratonero le vale prácticamente cualquier espacio abierto con perchas en las que posarse. De hecho se los ha visto criar en el Central Park de Nueva York, sin que les inquiete la presencia humana en lo más mínimo.
Con tal capacidad de adaptación, no es de sorprender que este ratonero se encuentre distribuido por casi toda Norteamérica (salvo el extremo norte y Groenlandia) y buena parte de América Central y las islas del Caribe. Con un área de distribución tan grande, y con la variedad de hábitats que atesora semejante territorio, tampoco es ninguna sorpresa que el ratonero de cola roja cuente con un buen número de subespecies, que a continuación se detallan:
-Buteo jamaicensis alascensis (sureste de Alaska y suroeste de Canadá)
-Buteo jamaicensis harlani (Alaska y noroeste de Canadá)
-Buteo jamaicensis calurus (oeste de Norteamérica)
-Buteo jamaicensis borealis (este de Norteamérica)
-Buteo jamaicensis kriderii (centro y sur de Canadá y centro y norte de Estados Unidos)
-Buteo jamaicensis suttoni (Méjico)
-Buteo jamaicensis fumosus (isla de Tres Marías, al oeste de Méjico)
-Buteo jamaicensis hadropus (Méjico)
-Buteo jamaicensis kemsiesi (del sur de Méjico hasta Nicaragua)
-Buteo jamaicensis fuertesi (suroeste de Estados Unidos y norte de Méjico)
-Buteo jamaicensis socorroensis (isla de Socorro, al oeste de Méjico)
-Buteo jamaicensis costaricensis (Costa Rica y oeste de Panamá)
-Buteo jamaicensis jamaicensis (Jamaica, la Española, Puerto Rico y las Antillas)
-Buteo jamaicensis umbrinus (Florida)
-Buteo jamaicensis solitudinis (Cuba y las Bahamas)
Verdaderamente salta a la vista el número de subespecies existentes. Los ratoneros de Alaska, Canadá y norte de Estados Unidos invernan más al sur, pero sus congéneres de la mayor parte de USA y Centroamérica son básicamente residentes.
Como curiosidad y aunque este dato pueda ser una especulación personal, probablemente una de las primeras aves que vieran Colón y su tripulación allá en 1492 fuera precisamente esta especie, concretamente la subespecie jamaicensis.
Una rapaz capaz de anidar en casi cualquier sitio
Tras la época de apareamiento, en que ambos sexos vuelan a buena altitud, y el macho efectúa espectaculares maniobras de descenso (mientras que, en ocasiones, puede pasar a la hembra presas diversas), la pareja construye un nido en los lugares más variopintos: puede ser en los tradicionales árboles o cortados rocosos, pero a menudo puede estar ubicado en grandes cactus, torres o hasta postes. El nido se construye a base de ramas y puede ser utilizado durante varios años.
La puesta puede constar de 1 a 5 huevos (normalmente 2 o 3), incubados por ambos sexos durante unos 28 o 32 días. A los 45 días los polluelos están ya en condiciones de emprender el vuelo, aunque los padres les enseñan a cazar durante unas pocas semanas más.
Sin dieta selectiva
El ratonero de cola roja se alimenta de mamíferos en buena parte (desde topillos y murciélagos hasta conejos y ardillas terrestres), pero también de aves terrícolas (como perdices), reptiles (lagartos e incluso serpientes), ranas y hasta insectos. Tampoco le hace ascos a la carroña. Sus tácticas de caza son como las del ratonero común, ya sea desde un posadero o tras un planeo a media altura.
Un ratonero de cola roja, en pose desafiante |
Uno de los "greatest hits" del mundo de las rapaces
A diferencia de la mayoría de las otras aves rapaces, el ratonero de cola roja cuenta en la actualidad con una enorme área de distribución, y con un envidiable número de efectivos, gracias a su excepcional capacidad de adaptación. Además, su número no está decreciendo, sino al contrario, a pesar de la presión humana.
Otro ratonero de cola roja. Foto de Johann Friedrich Gmelin. |
Aquí os dejo un enlace para que podáis observar en directo el nido de una pareja de ratoneros de cola roja; el nido está situado en Nueva York, concretamente en el Janet L. Swanson Health Center de Cornell:
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