El águila coronada africana (Stephanoaetos coronatus) es, junto con el águila marcial (Polemaetus bellicosus), la mayor rapaz del continente negro, y una de las más grandes y poderosas del mundo. Sus ojos amarillo claros destacan sobre su rostro oscuro, como también destacan los dos mechones de plumas que forman una especie de cresta o corona, y son precisamente estos mechones los que le dan nombre; todo esto, junto con sus llamativos colores, su enorme tamaño y sus poderosísimas garras le dan un aspecto especialmente intimidatorio y respetable. Su apariencia además es inconfundible.
En efecto, la longitud corporal de esta especie alcanza los 99 centímetros (prácticamente el metro) en la hembra, de nuevo mayor que el macho. Sus alas son cortas y redondeadas (alcanzan una envergadura de entre metro y medio y 1.80 metros), aptas para las densas e intrincadas selvas en las que habita, pero su cola es larga, lo que le da maniobrabilidad y le permite súbitos cambios de dirección; en este sentido, su morfología es análoga a la del
azor europeo (Accipiter gentilis), una rapaz perfectamente adaptada a los hábitats boscosos. Además, es un águila muy ligera para su tamaño: entre 2,5 y 4,7 kilos. Sus partes superiores son de un vistoso color pardo, mientras que las inferiores presentan un denso barreado oscuro sobre fondo blanco (de nuevo, como sucede en el azor). Las jóvenes águilas coronadas africanas, en cambio, presentan las partes inferiores blancas, aunque siguen teniendo la cola barreada de oscuro.
Las patas están emplumadas y terminan en unas garras tremendamente fuertes, capaces de dar muerte a presas de hasta 20 kg de peso. En el caso de esta especie (como en otras águilas, pero más aún en estas especies tan grandes) queda muy patente la diferencia de desarrollo entre las garras del dedo trasero y el situado más hacia el interior, con respecto a los otros dos dedos exteriores. Si se las ve de frente, recuerdan en buena medida a los de un
droameosaurio (como el
velociraptor, el famoso dinosaurio carnívoro que aparecía en la saga cinematográfica
Jurassic Park); aunque está claro que la forma de cazar del águila es muy diferente, apretando las garras y clavándolas en la presa a modo de dagas para luego desmenuzarlas.
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Águila coronada africana en vuelo, mostrando su denso barreado oscuro sobre fondo claro |
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Águila coronada africana, detalle del rostro con la "corona" de plumas erecta |