Con motivo del primer aniversario de este blog, les presento a todos los lectores el águila más poderosa: el águila arpía, que toma su nombre del legendario monstruo mitad ave de presa, mitad mujer, de la mitología griega. Probablemente fueron los conquistadores españoles los primeros que la llamaron así, cuando se adentraban en las exhuberantes selvas de la amazonia (a la que en ocasiones llamaron "infierno verde") hace alrededor de 500 años. También recibe otros nombres, sin embargo: arpía mayor, gavilán real, taguató-ruvichá, y urutaú guazú.
El águila arpía (Harpia harpyja) es la mayor y más fuerte águila del planeta, tan sólo superada por la enorme (y por desgracia, ya extinta) águila de Haast. Sus medidas hablan por ella: su longitud (en promedio) alcanza los 107 centímetros en el caso de las hembras y 96 en el de los machos; su peso varía entre los 4 y los más de 8 kilos (la única águila viva que la supera en peso es el pigargo gigante de Steller); y su envergadura alar alcanza y supera los 2 metros. Sus garras son también las más grandes y poderosas: la garra trasera alcanza los 7 centímetros. Pero lo más impresionante es lo que puede hacer con ellas: no sólo puede arrancar a monos y perezosos de sus ramas, sino que se ha calculado que tienen la fuerza equivalente a las mandíbulas de un perro rottweiler, ¡¡sólo que multiplicada por 3!!. No es de extrañar por tanto que sean virtualmente capaces de destrozar el brazo de un hombre con un solo movimiento.
Águila arpía (Harpia harpyja). Salta a la vista el extremo desarrollo de sus garras. |