El Águila Pescadora

Esta especie de águila no es, en realidad, un águila de la familia Accipitridae propiamente dicha, sino que pertenece a otra família, la Pandionidae, de la que de hecho es el único representante vivo. Su nombre científico es Pandion haliaetus, y tiene otras muchas peculiaridades: para empezar, es una rapaz que atrapa peces sumergiéndose, a diferencia de las águilas marinas del género Haliaetus (como el pigargo europeo); otra peculiaridad es el inusual color azul (en ocasiones es tan claro que parece blanco) de sus patas y de su pico; aparte, posee una ancha banda negra que cruza su ojo, como el antifaz de un ratero; sus garras están tan curvadas hacia dentro que parecen ganchos redondeados, muy útiles para atrapar a los resbaladizos peces; y por último, es una especie que se reproduce en todos los continentes, a excepción de la Antártida, aunque nunca tiene grandes poblaciones.

Un águila pescadora sobre un posadero. Foto de Peter Wallack

Sus dimensiones son las siguientes: entre 55 y 58 centímetros de longitud (como un ratonero), 1,45-1,70 metros de envergadura alar, y un peso de 1.2-1,6 kilos (los machos), o de 1,6 a 2 kilos las hembras. Las partes superiores son de color pardo oscuro, mientras que las inferiores son blancas; a menudo presentan manchas negras en el pecho, y la cabeza es también blanca (salvo el "antifaz" de color negro). En vuelo, pueden apreciarse con claridad las puntas negras de las alas, que son angulosas, las franjas oscuras de las alas (especialmente la situada en la punta, que es más ancha), y las barras horizontales oscuras de la cara inferior de las alas.

El águila pescadora habita, como es lógico, en zonas cercanas al agua; pesca en lagos y ríos cercanos a los bosques, marismas, manglares, pantanos y humedales en general, aparte de acantilados rocosos y costas. Esta especie anida en árboles, costas arenosas, islotes o en acantilados junto al mar, en nidos que emplea año tras año. Se conocen casos de águilas pescadoras que han llegado a anidar en las cercanías de zonas habitadas. Es una especie migradora, por lo que en invierno se desplaza de sus áreas de cría a latitudes próximas al Ecuador; en regiones tropicales y subtropicales, en cambio, es una especie residente.

Pone de 2 a 5 huevos (normalmente 3) a intervalos separados y que son incubados tanto por el padre como por la madre, de 35 a 38 días. Los polluelos se quedan en el nido entre 51 y 63 días, y alcanzan la madurez sexual a los 3 años; por desgracia, casi el 70% de los pollos no llegan al estado adulto. Normalmente las águilas pescadoras son monógamas, aunque existen tríos políándricos en los que el macho se aparea con dos hembras y defiende sendas zonas de cría.

Águila Pescadora Mostrando sus Aceradas Garras

Como he escrito antes esta rapaz se alimenta exclusivamente de peces, a los que atrapa con dos dedos hacia delante y dos hacia atrás (otro rasgo característico) para agarrar mejor a estos escurridizos animales, después de zambullirse en su busca. En sus inmersiones llega a los 10 o incluso 40 metros de profundidad. En ocasiones sufre la piratería de otras aves, como los pigargos, tanto el europeo como el de cabeza blanca, que vive en Norteamérica.

La esperanza de vida de esta especie es de 20 a 25 años. Son muchas las amenazas que la cercan, para empezar la desecación de humedales y la deforestación, hábitats vitales para su supervivencia en la mayoría de los casos. También le afectan negativamente los pesticidas a la hora de incubar, como sucede con muchas otras rapaces, aparte de la caza furtiva y el expolio de sus nidos por parte de coleccionistas sin escrúpulos.

En total, se calcula que en el mundo podrían habitar unas 15.000 parejas, a pesar de la enorme distribución de esta especie. En Europa la población ha descendido muchísimo, y las mayores poblaciones se dan en Escandinavia. En el Mediterráneo su situación es crítica, y las mayores poblaciones se dan en Alhucemas (Marruecos), aunque también hay poblaciones en algunas islas como las Baleares.