El aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) es el más grande de los aguiluchos europeos, con medidas de entre 48 y 55 centímetros de largo, y 115-130 de envergadura alar. Como es habitual, la hembra es mayor que el macho (440-620 gramos frente a los 625-1100 de la hembra). Su plumaje es muy diferente de su pariente, el aguilucho cenizo (Circus pygargus); la hembra presenta una coloración marrón chocolate con la espalda y la cabeza (píleo y garganta) de coloración clara:
Mientras, el macho tiene la cola, las secundarias y ciertas coberteras alares de coloración gris ceniza, mostrando un gran contraste con las primarias, negras (los extremos de las alas); las partes inferiores son de color rojizo oscuro:
Puede apreciarse claramente el dimorfismo sexual de esta especie contemplando ambas imágenes; los jóvenes son algo parecidos a la hembra, sólo que la cabeza es más oscura, así como los bordes anteriores de las alas. Las alas y cola de los aguiluchos en general son alargadas; uno de los rasgos distintivos de esta especie es que el obispillo no es blanco. Como el resto de los aguiluchos, vuelan bajo y lentamente a la busca de presas, y en ocasiones se ciernen para observar mejor el terreno.
Habitan en Europa, África y Asia, aunque en Europa Occidental tiene una distribución algo fragmentada, y está ausente de Noruega, Islandia e Irlanda. Son aves migradoras, y en invierno aparecen muchas de ellas en la Península Ibérica. En España habita principalmente las marismas del Guadalquivir (Doñana), los humedales de ambas Castillas y la Depresión del Ebro. En efecto, tienen una especial preferencia por las zonas húmedas, como su propio nombre sugiere: pantanos, carrizales, además de campos abiertos y herbazales cerca del agua. En estas zonas el aguilucho lagunero no sólo se alimenta (a base de roedores como ratas, ratones, topillos, aparte de aves jóvenes, anfibios, peces y en menor medida carroña), sino que también nidifica.
El nido se sitúa entre hierbas y carrizales, con cierta elevación sobre el agua pues está más elaborado que en el caso de los otros aguiluchos, y en él deposita la hembra 4 o 5 huevos (en ocasiones 3 u 8). Es la hembra la que los incuba durante 33 o 38 días, y el macho quien la alimenta en este período. Deben pasar entre unos 35 y 40 días antes de que los polluelos emprendan el vuelo, aunque permanecen junto a los adultos otras 2 o 3 semanas, durante las cuales los padres les enseñan las técnicas de la caza en los humedales.
Aunque las zonas húmedas (su hábitat típico) están perdiendo terreno, su estado de conservación es todavía relativamente bueno (Preocupación menor-LC).
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