Esta hermosa rapaz, de nombre científico milvus milvus y que guarda un estrecho parentesco con el (por otra parte mucho más abundante) milano negro, tiene una cola muy ahorquillada, la cabeza gris con listas oscuras, plumaje corporal rojizo también con listas y un tamaño de entre 55 y 65 cms, rasgos todos ellos que lo diferencian de su oscuro pariente. Los jóvenes son más palidos, de plumaje más opaco, y la cabeza es más parda.
En vuelo es aún más vistoso, tanto por su elegante y hábil forma de volar con sus estrechas alas como por su coloración: presenta visibles manchas blancas que contrastan con el resto de plumas, rojizas y negras.
El milano real habita en zonas boscosas y campos de cultivo de Europa, Asia menor y África nordoccidental, llegando hasta las Islas Canarias y de Cabo Verde. La mayor parte de las poblaciones se concentran en Francia, Alemania y España, el destino principal invernal para estas aves. Algunos ejemplares atraviesan incluso el Estrecho de Gibraltar para llegar al norte de África. Su área de distribución es, pues, mucho menor que la de su pariente.
Tras las ágiles acrobacias del cortejo y el emparejamiento, las parejas anidan en los árboles, utilizando a menudo viejos nidos de córvidos o de otras rapaces. Cuando son los milanos los que confeccionan el nido, utilizan toda clase de materiales, plásticos y papeles incluidos; tras varias reparaciones anuales el nido puede llegar hasta el metro de diámetro. La puesta es de 2 o 3 huevos (muy raramente 1 o 5), preferente o exclusivamente incubados por la hembra durante el periodo aproximado de un mes. A los 45 o 50 días las crías emprenden el vuelo, aunque no se separan del nido hasta otras 2 semanas.
Pareja de milanos con sus pollos |
Los milanos reales se alimentan a base de pequeños mamíferos y aves, anfibios, peces, insectos e incluso carroña; de hecho, no es raro verlos junto a buitres, córvidos y los milanos negros alimentándose de reses muertas. Su presencia suele estar asociada a granjas ganaderas e incluso fábricas de embutidos. Compite con el milano negro por los nidos, y en ocasiones combate contra otras rapaces como el ratonero común por el alimento.
Su estado de conservación es de "casi amenazado", sin llegar a ser vulnerable; sin embargo, en las Islas Baleares se encuentra en peligro de extinción, debido a su consumo de carroña envenenada. Es por tanto una víctima más de la reprobable costumbre de colocar cebos envenenados por cualquier parte del monte. El resto de amenazas para esta ave son las mismas que para la mayoría de las rapaces. Aunque la población del milano real está en declive, se estima que viven en Europa unas 19.000 o 24.000 parejas (en España, 1.900-2.700).
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